Un
atributo de la textura es la manifestación de una combinación de propiedades
físicas y químicas, que incluyen la forma, tamaño, número, naturaleza y
disposición de los elementos estructurales constituyentes. Se clasifican
normalmente en tres categorías: métodos fundamentales, métodos imitativos y
métodos empíricos.
MÉTODOS FUNDAMENTALES
Este
grupo consta de métodos diseñados para medir una o varias propiedades físicas
bien definidas de muestra bajo pruebas y relacionar esta propiedad con
características texturales definidas por técnicas sensoriales. Estas
propiedades físicas bien definidas de muestra bajo pruebas y relacionar esta
propiedad con características texturales definidas por técnicas sensoriales. Esta
propiedades físicas son las siguientes:
1)
Relación tensión –fuerza
2)
Comportamiento viscoelástico
3)
Producto plástico – viscoplástico
4)
Alimentos líquidos – comportamiento viscoso
En
todos es tos casos el comportamiento reológico del alimento puede ser descrito
matemáticamente y relacionarse con características sensoriales.
MÉTODO IMITATIVO.
Este
grupo de técnicas intenta simular en
ciertos grados las fuerzas y deformaciones a las que está sometido el alimento
mientras éste se consume.
La
textura viene evaluada principalmente a partir de las sensaciones originadas
cuando el alimento está en contacto con las partes duras y blandas de la boca.
Los
procesos de masticación, velocidades de masticado, ejercidad entre los dientes
y fuerzas medias, ejercidad cuando se mastican diferentes alimentos.
MÉTODOS EMPÍRICOS.
Estos
métodos miden propiedades de los productos a menudo no bien definidos y que no
pueden expresarse fácilmente en unidades fundamentales. No obstante, para
ciertos tipos de alimentos se han encontrado resultados que relacionan uno o
más atributos texturales y, de este modo, pueden emplearse como medida
indirecta de tales atributos. La fuerza puede aplicarse en una amplia variedad
de formas, como penetración, cizalla, compresión, extrusión, corte, flujo y
mezcla.
MÉTODOS QUÍMICOS Y MICROSCÓPICOS.
Además de los métodos reológicos, algunos métodos
químicos son útiles para evaluar la textura, en particular para frutas y
hortalizas. Aparecen cambios bioquímicos mientras las frutas y hortalizas
crecen y durante el subsiguiente almacenamiento, muchos de los cuales tienen un
efecto directo sobre la textura. Se realizan análisis para determinar factores
como el alcohol, acidez, azúcar, relaciones ácido/azúcar y almidón/azúcar.
El examen de productos bajo el microscopio puede
suministrar información útil acerca de su estructura. Desde hace varios años,
el uso del microscopio para los estudios texturales ha recibido mucha mayor
atención. Una excelente revisión sobre microscopía electrónica ha sido
realizada por Kalab (1983). El uso del microscopio para productos tales como
emulsiones, productos lácteos, productos de panadería, carne, y pescado, ha
sido descrito por Peleg y Bagley (1983).
Las propiedades reológicas de los alimentos juegan
obviamente un importante papel en la evaluación de la textura, así como en la
selección del equipamiento correcto en aplicaciones que impliquen deformación
de los alimentos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario