En
las pruebas de fluencia (Creep) se aplica un esfuerzo constante y se registra
el cambio con el tiempo de la deformación relativa resultante. El material está
inicialmente en reposo y entonces repentinamente se aplica un esfuerzo de
magnitud constante por un tiempo lo suficientemente largo para observar el
aumento de la deformación relativa. La figura 4.b.ii.1 muestra esquemáticamente
la perturbación y la respuesta.
En
el caso más general se observan tres zonas que representan, respectivamente, el
aumento instantáneo (A1), el retardado (A2) y el aumento continuo (A3) de la
deformación. La porción donde ocurre la recuperación del material, en la cual
las zonas B1, B2 y B3 pueden estar presentes, se observa cuando el esfuerzo
suspendido y el material trata de recuperar su estado original. Si se observa
el comportamiento lineal, entonces A1 0 B1 y el cociente del esfuerzo entre la
deformación relativa instantánea es independiente del esfuerzo aplicado, lo
cual simplemente significa que las propiedades del material no dependen de los
niveles de esfuerzo y deformación relativa. Nótese la zona A3 no se recupera
puesto que es la zona de flujo del material. Como se sugiere una inserción de
la figura, el esfuerzo alcanza instantáneamente un valor constante, pero en la
práctica esto no ocurre así porque la velocidad del esfuerzo aplicado a través
del material no es infinita sino que está determinada por la velocidad del
sonido en él. Además, el sistema sensor particular que se usa tiene su propia
inercia de carga y medición lo que retarda las señales de perturbación y
respuesta. Muchos reómetros modernos toman en cuenta los efectos de inercia e
incorporan rutinas de corrección que facilitan las mediciones. Sin embargo,
debe tenerse cuidado de que la respuesta observada sea la del material y no la
del instrumento. Las zonas A3 y B3 pueden ser observadas si se permite un
tiempo suficiente, pero la escala de
tiempo puede ir desde segundos hasta días dependiendo del material probado; el
tiempo real sólo puede ser determinado experimentalmente. Las pruebas de Creep
pueden ser llevadas a cabo con sensores de diferentes geometrías. Por ejemplo,
la geometría de cono y placa se usa con frecuencia para materiales fluidos o
incluso semisólidos libres de partículas en suspensión de tamaño mayor que la
separación entre el cono y la placa. Los materiales sólidos normalmente
requieren geometrías diferentes (Whorlow, 1980).
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